Para los estudiosos del tema, los páramos se definen como islas en las altas montañas. Son también conocidos como fábricas de agua por su gran capacidad de retener humedad, en las que convergen la vegetación, la fauna, la neblina y el agua; también algunos pobladores. Su extensión en Colombia es de 39.000 Kilómetros cuadrados y el 25% de sus especies endémicas corren altísimo riesgo de extinción.

Estos ecosistemas son fríos, húmedos y lluviosos, con temperaturas promedio de 8oC a 10oC. El clima de los páramos en nuestro país es variable desde temporadas secas a temporadas con lluvia, en las que se regula la hidrología, pues las temperaturas bajas disminuyen la evaporación, y cuando la presión es tan baja en la atmósfera el oxígeno se escapa y el aire obtiene una consistencia más delgada permitiendo que los rayos solares penetren con más intensidad en la zona.

El país cuenta con los páramos más altos con elevaciones entre los 2.800 hasta los 3.600 metros sobre el nivel del mar y tiene la mayor cantidad de páramos independientes. (Juan Lázaro Toro, Ingeniero forestal de la Subdirección de Ecosistemas de CORANTIOQUIA. Documento inédito).

En los ecosistemas de páramo encontramos una biodiversidad única. Son ecosistemas que protegen los nacimientos de los ríos y por lo tanto se convierten en patrimonio ecológico de nuestra nación. Entre los servicios que nos brindan están:

1) Regulación hídrica: almacena y distribuye agua dulce para varios municipios.

2) Captura de carbono, ayudando a controlar el efecto invernadero que influye en el calentamiento global.

3) Biodiversidad: Encontramos cerca de 4.700 especies de plantas, 70 de mamíferos, 87 de anfibios y cerca de 154 de aves.

• Las especies endémicas se refieren a la flora y la fauna propias de un espacio geográfico determinado, que dadas las condiciones ambientales de dicho lugar sólo pueden reproducirse allí.