Una de las limitantes económicas al comercializar nuestros productos en el casco urbano del municipio son los precarios precios que nos ofrece el comprador, quien actúa como intermediario entre productores y consumidores, quedándose con la mayor parte de la ganancia del producto. Es por esto que la mayoría de ocasiones al recibir el pago de los productos no se alcanzan a cubrir los gastos de producción, como son jornales desde la preparación del terreno hasta el proceso de recolección y los gastos de comercialización como el transporte que puede ser desde la carga a lomo de mula hasta el transporte de carga por carretera desde la vereda o corregimiento hasta el pueblo. Por ésto es cada vez más necesario la identificación de nuestras capacidades productivas de la Finca donde habitamos, la Vereda, el Corregimiento y el Municipio; capacidades que incluso ya conocemos pero que nos ha faltado confianza en lo que tenemos con el fin de darle proyección comunitaria para el mejoramiento de nuestra calidad de vida y la de nuestra comunidad.
Hemos aprendido a multiplicar determinadas cantidades en capítulos anteriores, pero en éste capítulo se propone el desarrollo de unos pasos que nos conducirán al montaje de un proyecto productivo en unión con nuestros familiares, compañeros, amigos o vecinos, es decir nos asociaremos con otras persona para conformar una Unida Productiva para la producción, transformación, comercialización y consumo de nuestros productos. Es así como nos saldremos de la forma tradicional como hemos venido haciendo la comercialización de nuestros productos, y apostaremos por la construcción de Circuitos Económicos Solidarios, alternativos al "sálvese quien pueda" de la economía de mercado que rige actualmente.