En realidad, el agua no nace, circula entre la tierra y la atmósfera, lo que determina su localización y disposición, mediante un ciclo permanente de cambio producido por las condiciones climáticas, en cada lugar del planeta. A ese ciclo se le llama Ciclo del Agua, o sea la propiedad que tiene el agua, de cambiar de estado (sólido, líquido y gaseoso) para renovarse, purificarse y mantenerse disponible. Recordemos el texto de Propiedades de la Materia en el programa Tutorial.

VEAMOS EL CICLO.

A partir de la acción del sol que incrementa las temperaturas, se produce:

1. La evaporación de las aguas de los mares, de los ríos, de los lagos y de la transpiración de plantas y animales, en forma de vapor de agua. Este vapor, asciende a las capas altas de la atmósfera donde se forman las nubes, las cuales son transportadas por el viento. A gran altura, donde las temperaturas son muy bajas.

2. Ocurre la condensación, (del mismo modo que ocurre con el vapor que se adhiere a la tapa del recipiente que contiene agua hirviendo). Las gotas caen en forma de lluvia, pero si la temperatura es muy baja, se transforman en nieve o granizo.

3. Así se presenta la precipitación. Los tres procesos (evaporación, condensación y precipitación) se repiten sucesivamente, para conformar el ciclo del agua. Una parte de la que cae como lluvia, se evapora, y otra se infiltra en la tierra por acción de la gravedad y es tomada por las plantas, o se acumula en los *acuíferos que forman los arroyos, las quebradas y los ríos que escurren desde las montañas, hasta desembocar en fuentes de mayor tamaño, lagos o mares.

El ciclo es tan importante, que permite disponer de agua en todo momento, a medida que cambia el clima, entre las lluvias y las sequías, entre el frío y el calor, entre las montañas y las llanuras.